martes, 30 de octubre de 2012

Museo de Fotografía Helmut Newton

Fuente: Guía de Alemania
Al llegar al Museo de Fotografía Helmut Newton de Berlín se encontrarán con un gran edificio que data de 1909 y que tuvo la función de comedor para los oficiales del Káiser. Tras el desarme de Alemania (impuesto por el Tratado de Versalles) se convirtió en los años 20 en un teatro, el "Theater der leichten Muse". Desde 2004 y gracias a una gran donación del artista se utilizó como Museo para la Fotografía, un museo alentado por la fundación que lleva su nombre. El Museo se encuentra en la Jebenstraße, 2 y para llegar debe bajarse en la estación "Zoologischer Garten" a la cual puede acceder en tren (S-Bahn) o metro (U-Bahn). 

Helmut tuvo muy claro desde niño que quería ser fotógrafo. Tenía doce años cuando con el dinero que ahorró de su paga semanal se compró su primera cámara, una Agfa Box (cámara que se puede ver en el museo). Se subió en el metro y comenzó a disparar. Tras recoger el resultado de sus primeras incursiones fotográficas descubrió que solo una de ellas merecía la pena y se convirtió en su primer y único motivo fotografiado: la torre de radio. Corría el año 1932.  

Nacido como Helmut Neustädter el 31 de octubre de 1920 en el barrio de Schöneberg (Berlín), asistió a clases de fotografía con dieciséis años. Su profesora era la famosa fotógrafa de moda Yva (Else Neländer Simon). El atelier se encontraba muy cerca de Kurfürstendamm y allí aprendió las técnicas de revelado y tratamiento de papel fotográfico. Su tarea para el fin de semana era tomar fotos de sus amigas.  

Tuvo que emigrar necesariamente y, antes de partir, lo último que vio de Berlín fue la Estación del Zoo. No es por eso casual que el museo de fotografía que lleva su nombre esté situado justo al frente de dicha estación. 

Considerado hoy en día como uno de los mejores retratistas de desnudos del siglo XX, antes de fallecer donó gran parte de su obra al museo. También era su deseo presentar y alternar en este mismo lugar diferentes exposiciones. Para tener más información de las exhibiciones actuales pinchar AQUÍ

Fuente: Viajeyturistas
La exhibición permanente muestra propiedad privada del artista que retrata de forma excepcional su vida. Incluye películas en las que se le descubre desarrollando su particular estilo, su colección de cámaras y accesorios y una extensa colección de sus publicaciones en revistas de moda como Vogue, Elle, Vanity Fair, Paris Match, Stern y Der Spiegel. 

En la exposición de sus obras se puede apreciar claramente la influencia que tuvo siempre en él la fotografía de los Años 20, como en sus frías puestas en escena de un agresivo erotismo y en sus dramáticos contrastes blanco negro.  






En el archivo del museo se pueden encontrar además, fotografías de la que fuera su maestra, Yva, así como de otras fotógrafas de moda muy conocidas como Lilli Niebuhr o Sonja Georgi. 


Helmut Newton
Fuente: Elle

martes, 9 de octubre de 2012

Berlin, años 20: Así llegó el Jazz (Parte I)

En la década de los 20 comenzaron a llegar a la metrópolis las bandas de Jazz provenientes de EEUU desatando una fiebre que se extendió rápidamente por la capital de la cultura y el placer. Este estilo fue reemplazando progresivamente la música tradicional en los cabarets y teatros de revista de la ciudad pero no fue hasta la estabilización económica, allá por 1924, cuando la mayoría de los berlineses pudieron disfrutar de éste.

En un principio, el sentimiento de atracción se centraba en su aspecto más exótico encarnado por la gran Josephine Baker y el teatro de revista del que era protagonista: “La Revue Négre”. En diciembre de 1925 llegó la cabaretista estadounidense a Berlín para presentar su espectáculo en el Theater De Westens. El público quedó absolutamente fascinado.  A partir de entonces, se dijo, “las mujeres de Berlín no volverían a ser las mismas”.

Se consideraba al mismo tiempo que este show reforzaba y subvertía los estereotipos raciales. El ejemplo más evidente es la performance intencionalmente ridícula “Danza de los salvajes” en la que los bailarines portaban taparrabos y Josephine la famosa falda hecha de plátanos.


En el mismo año otro famoso espectáculo llegó desde Nueva York al Admiralpalast de Berlín el musical “Chocolate Kiddies”.  

Sam Wooding y su Orquesta fueron seleccionados para el nuevo teatro de revista que se estaba diseñando para ir de tour por Europa. Una idea concebida por el vaudeville de Rufus y Drayton, con Edith Wilson y Adeline Hall como vocalistas y Tommy Ladnier como estrella solista. Treinta coristas, otros tantos bailarines y comediantes completaban la crew. En el show se interpretaban once temas musicales, muchos de ellos de Duke Ellington.

Chocolate Kiddies (European Tour)

"Sam Wooding & His Chocolate Kiddies" son reconocidos por ser de las primeras bandas en traer el Jazz a Europa. Entre 1925 y 1926 realizaron varias grabaciones en Berlín. Entre los temas editados se encuentra éste:




Todos los periódicos se hicieron eco de ambos espectáculos describiéndolos como primitivos, primigenios y, al mismo tiempo, absolutamente modernos y arrolladores.  

” Son una mezcla de bosque primitivo y rascacielos; como su música, el Jazz, con sus colores y ritmos. Ultramoderno y ultraprimitivo". 

” Nos han traído nuestra cultura. La humanidad ha vuelto a sus orígenes en los pasos, las sacudidas y cuerpos liberados.  Son la expresión más profunda de nuestro anhelo más íntimo”.

Tal fue la profunda huella que dejaron en la ciudad que Josephine Baker escribió en sus memorias: “En los periódicos berlineses escribieron que yo era la personificación del expresionismo alemán de hoy, del primitivismo alemán… ¿qué significa todo eso?”.

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Poco a poco la gente comenzó a tomar en serio el jazz como una forma de arte. Los músicos alemanes comenzaban a sentir verdadero interés por este estilo musical que tan novedoso y ajeno a todo lo anteriormente conocido les parecía. Fueron dando pequeños y discretos pasos aproximándose al estilo en un principio por imitación. Los instrumentos que más facilitaron la aproximación inicial al Jazz fueron el saxofón y la percusión.

Sin embargo, el fraseo, las tonalidades y la improvisación no les resultaban sencillos a los músicos germanos. En Alemania es el clarinetista Eric Brochard el considerado como uno de los pioneros del Jazz por ser de los primeros en interiorizar el estilo y tener éxito en los escenarios.
El primer "Libro alemán de Jazz" fue publicado por Alfred Baresel en 1926. En 1928 Bernhard Sekles, director del Conservatorio en Frankfurt am Main, puso en marcha una primera clase de jazz. La ópera jazzística de Ernst Krenek titulada "Johnny spielt auf" se convirtió en un éxito de taquilla en 1927.
Incluso renombrados compositores de música clásica como Paul Hindemith y Kurt Weill comenzaron a interesarse por las formas de expresión del jazz y aproximarse a ellas en sus obras posteriores. De Kurt Weil cabe destacar la archiconocida obra musical y éxito de taquilla en el Teather am Schiffbauerdamm de Berlin "La Ópera de Tres Centavos" escrita por Bertolt Brecht. 

La metrópolis estaba en su mayor apogeo artístico, cultural y la científico. El estilo de vida de esos años locos era especialmente rebelde y estaba influenciado en muchos aspectos por el Swing y el Jazz. El Charleston se convirtió en el baile más popular, pero también se bailaban incansablemente el Fox-trot y el Tango. Y paralelamente a las voces de la gran Marlene Dietrich y Zarah Leander sonaban con fuerza las notas del Swing americano y las memorables melodías de las bandas de Jazz de George Gershwin, Fletcher Henderson e Irving Berlin. 

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