domingo, 28 de abril de 2013

Berlinische Galerie

La Berlinische Galerie presenta al público en sus 4.600 metros cuadrados de superficie, con una exquisita iluminación y una cuidadosa organización de las obras, una vasta compilación de Artes Visuales como pintura, escultura, artes gráficas, así como de fotografía y arquitectura. 

Se trata de uno de los museos más jóvenes de la capital cuya colección abarca arte producido en Berlín desde 1870 hasta la actualidad con el foco puesto a un mismo tiempo en el arte local y en los reclamos internacionales. 

Fue fundada en 1975 como asociación e inaugurada como museo en su actual localización en 2004, un espacioso edificio industrial situado en el barrio de Kreuzberg. 





De entre lo mucho y de gran calidad que ofrece la Berlinische Galerie, nosotros queremos centrarnos en el enfoque de entre guerras, con una recopilación de obras que datan de entre 1918 y 1933. El Dadaísmo y la Nueva Objetividad son las corrientes más representadas en esta exposición, como también la Vanguardia del Este de Europa. 

Nos situamos en la primera planta donde se encuentra la exposición permanente. Sorprende como en el fácil recorrido por las diferentes salas se puede percibir muy bien el contexto histórico de cada corriente así como de cada obra. En el período que nos ocupa (salas 3, 5, 6, 8, 9 y 10) están claramente representados los horrores de la Gran Guerra que han quedado en la retina de muchos de los artistas, el hambre y la miseria de la postguerra, la ruptura con los convencionalismos impuestos por el Imperio, la revolución, el abandono al experimento de permisividad de los Dorados Años 20, la prostitución, la hiperinflación y el nacimiento de los nuevos ricos, la creciente pobreza, el afán por construir, la fuerte industrialización, etc. Todo aquello que fue marcando el pulso del país y de la metrópolis, tuvo cabida en las obras de estos autores.

Tras la I Guerra Mundial muchos fueron los artistas que sintieron la necesidad de romper drásticamente con todo lo anterior. Se terciaba para ellos un nuevo comienzo. El mundo se había reorganizado a su alrededor, el mapa geopolítico se había transformado y algunos países, como Alemania, se enfrentaron a cambios mucho más radicales que le hicieron tener que empezar de cero en muchos sentidos, además de cargar con una gran deuda por daños de guerra que condicionaría su desarrollo hasta mucho después.

Inmersos en este panorama, muchos artistas comprendieron que para poder construir una nueva sociedad debían trabajar conjuntamente los diferentes géneros artísticos (pintura, escultura, fotografía y arquitectura). El Novembergruppe (Grupo de Noviembre) se posicionó como una respuesta a la Revolución de Noviembre de finales de 1918. Jóvenes artistas revolucionarios de muy diversos estilos se juntaron formando este grupo, incluyendo a Arthur Segal, El Lissitzky, Rudolf Belling y Otto Bartning. Deseaban ganar influencia en las políticas del arte y demandaban la oportunidad de cooperar en proyectos en edificios públicos y en las asignaciones de espacios expositivos.
Los miembros de este grupo organizaron muchos eventos que trascendían la esfera de las Bellas Artes, como veladas de conciertos de música contemporánea y proyecciones de películas. (Traducción libre del texto de la BG).

En la Sala 3, bajo el título "La Reorientación de la Vanguardia, Arte tras la Primera Guerra Mundial a partir de 1918", se muestran obras de artistas pertenecientes a este grupo. De entre todas, una nos llamó especialmente la atención. Una suerte de cómic realizado en óleo sobre lienzo donde Arthur Segal cuenta la dramática historia de un pintor.

The Artist's Life on Earth "The Painter", 1921

En esta misma sala se presenta un proyecto arquitectónico en madera no llevado finalmente a cabo, obra de Otto Bartning, y ejemplo de arquitectura expresionista.

Modelo Iglesia en Estrella, 1922
Fuente: Berlinische Galerie

De El Lissitzky encontramos esta serie de litografías ya en la sala 8 dedicada al Constructivismo de los Años 20, con subtítulo "Berlín como eje entre el Este y el Oeste".


Título y descripción de la serie de litografías de
"El Lissitzky"
"El constructivismo implica que la obra de arte sea una construcción, que se articule como un edificio y se realice siguiendo métodos análogos". (Fuente: Todacultura.com) 

También en la Sala del Constructivismo descubrimos esta conocida obra de 1921 de Iwan Puni, "Músico Sintético"(Óleo sobre lienzo).

Fuente: Berlinische Galerie
Iwan Puni llegó a Berlín en 1920, donde tomó parte activa en la escena vanguardista. Ya en 1921 consiguió hacer una exposición individual en la Galería "Der Sturm" de Herwarth Waldens. Transformó toda la galería en una obra de arte e hizo que caminaran por la Kurfürstendamm  hombres-sandwich vestidos en un estilo cubista. 
Su obra "El Músico Sintético" que muestra una figura musical chaplinesca, en la que Puni aúna elementos realistas y cubistas, suscitó gran interés en la "Gran Exposición de Arte de Berlín" de 1922. 
Curiosamente, se dice que hasta en su estilo de vida se podía apreciar la influencia del maestro Picasso.  

En las salas destinadas a la Nueva Objetividad (9 y 10) se despliegan obras de los grandes autores de esta corriente que logra como ninguna otra expresar el ambiente que se respiraba en el Berlín de los Años 20. Otto Dix, Christian Schad, Rudolf Schlichter, Jeanne Mammen, George Grosz...



En la década de los 20 la democracia alemana seguía siendo política y socialmente inmadura. Después de la I GM muchos fueron los esfuerzos que se tuvieron que hacer para mantener la estabilidad de la República de Weimar. Durante esos años en Berlín un grupo de artistas desarrollaron un estilo que pronto se hizo llama "Nueva Objetividad". No estaban unidos por un manifiesto de ningún tipo pero orientaron su arte hacia el mundo visible. En este sentido dieron la espalda al carácter destructivo del Expresionismo y a la actitud anti-burguesa del Dadaísmo. Ellos dibujaban personas y cosas aisladas unas de otras en el espacio pictórico. Las composiciones resultantes eran sobrias, claramente construidas, objetivamente precisos retratos de personas en un fondo a menudo simbólicamente codificado. Este movimiento artístico con su interesante lenguaje formal representa un contraste con el fervoroso ánimo de la época.
De un modo similar, los fotógrafos de la Nueva Objetividad se basaban en un estricto y objetivo lenguaje. Su objetivo era representar objetos con su simplicidad y belleza inherentes. (Traducción libre del texto de la BG).

Allí encontramos por ejemplo esta famosa obra en óleo y témpera sobre lienzo de Otto Dix (de 226 x 120 cm). Der Dichter Iwar von Lücken
D El poeta Iwar von Lücken, 1926
Fuente: Berlinische Galerie

También nos topamos con una serie de retratos de la fotógrafa Marion (Anny Fuchs) que tuvo su estudio en Berlín ya en la década de los 30. Sin título. 




Y una peculiar visión de una "Escena callejera berlinesa" de 1921 del pintor Nikolaus Braun. Óleo sobre madera prensada. 

Fuente: Weimarart

En la sala dedicada al Dadaísmo (5) "Arte radical en la República de Weimar desde 1918", uno tiene que tomarse tiempo, sentarse y echar un vistazo alrededor. Descubrirá un entorno donde se disponen de forma caótica letras, dibujos, carteles, fotos y extrañas formas. Luego de leer un resumen del Manifiesto Dadaísta y pasar a admirar pieza por pieza, se entiende al final que... Dada no significa nada


El movimiento Dadaísta se desarrolla como una respuesta artística y política a la catástrofe de la I GM. Sus principales representantes en Berlín fueron Hannah Höch, Raoul Hausmann, John Heartfield, George Grosz y Johannes Baader. Los dadaístas adoptaron en sus obras una postura radical contra el nacionalismo y militarismo alemanes. Al mismo tiempo, se distanciaron sin lugar a dudas de la tradición cultural, por considerarla obsoleta. DADA descubrió nuevas formas de expresión artística que combinaban con propósitos didácticos. En sus imágenes así como en sus apariciones en escena, el shock y la provocación estaban destinados a estimular un autorreflexión en la sociedad.  
Collages, la creación de imágenes a partir de recortes de periódicos pegados en un nuevo soporte fue el medio primario de DADA. Los artistas podían utilizar esta forma para comentar de un modo irónico y mordaz lo absurdo que era el mundo durante la República de Weimar. Negaban la "creatividad del genio", la tradicional comprensión y aproximación burguesa del arte.  
Fue una actitud intelectual más que un estilo propiamente hablando lo que unió a DADA.
(Traducción libre del texto de la BG). 







En resumen, una visita altamente recomendada a este magnífico museo al que seguro volveremos! 

Fuentes: Página web de la Berlinische Galerie y traducciones de textos de la Exposición permanente. 

jueves, 4 de abril de 2013

Friedrich Hollaender: sus años en Berlín

Friedrich Hollaender 
Friedrich Hollaender es una de esas figuras de la esfera cultural del Berlin de la Era Weimar que destaca especialmente. Artista polifacético y de talento, exprimió al máximo su carrera de compositor creando multitud de obras para revistas, canciones populares, música para películas y letras de cabaret, entre otras muchas cosas. 


El famoso compositor Friedrich Hollaender, aunque criado en Berlín, nació en Londres el 18 de octubre de 1896. Friedrich creció rodeado de una excepcional familia de artistas. Su padre Victor era un afamado compositor de revistas, operetas y canciones populares que hoy en día continúa siendo reconocido por canciones como "Kirschen in Nachbars Garten" y "Schaukellied." Su madre, Rosa Perl, era cantante de variedades. También sus tíos, Gustav Hollaender, director del famoso Conservatorio Stern, y Felix Hollaender, escritor y dramaturgo, que escribió obras para el teatro de Max Reinhard. En ese contexto no fue raro que Hollaender comenzara a demostrar destreza con la música desde muy pequeño. 

Con doce años ingresó en la Musik Akademie para estudiar piano con Engelbert Humperdinck y mas adelante amplió sus conocimientos estudiando composición en el Conservatorio Stern. 



Algo que le fascinaba desde temprana edad era el cine. En aquellos años las películas era aún mudas y en las salas se proyectaban acompañadas de la música en vivo de un piano. Era un habitual del cinematógrafo de la calle Leibniz (Berlin), donde un día, por casualidad, decidió ofrecerse para acompañar la proyección. Su forma de enaltecer cada imagen, sabiendo qué melodía encajaba con cada una, qué detalle, qué expresividad, fue del gusto de todos y siempre le pedían que se quedara „un rato más“. 



En 1913 fundó junto a Heinz Barger la revista literaria „Die Neue Jungend“ (La Nueva Juventud). 



En su juventud viajó varias veces junto a sus padres. Visitó París donde quedó fascinado con los teatros y las puestas en escena que allí acontecían, en especial, con Sarah Bernhardt y con la famosa cantante Mistinguett. Más adelante viajaron a Nueva York donde su padre fue contratado para componer la música de la opereta „The Clairvoyant“. Allí pudo establecer contacto con figuras como Irving Berlin y Al Jolson. Lamentablemente a media visita tuvo que volver con urgencia a Berlín. Había estallado la „Gran Guerra“. 



Durante la I GM, con tan solo 18 años, sirvió en el ejército como director musical, entreteniendo a las tropas en el frente destinadas en Francia. 


Blandine Ebinger y Friedrich Hollaender

Poco después de la guerra, empezó su carrera en el teatro escribiendo música para producciones de Max Reinhardt y fue el compositor estable para "Schall und Rauch" ("Sonido y humo"), considerado el primer cabaret de la metrópolis. Su director, Hans von Wolzogen, tenía en mente fundar un cabaret político-literario para el que necesitaba variedad de artistas. Logró congregar a los que, más adelante, serían grandes figuras del kabarett alemán, todos artistas de renombre con los que colaboraría Hollaender como Kurt Tucholsky, Gussy Holl, Klabund, Walter Mehring, Joachim Ringelnatz, Mischa Spoliansky y Blandine Ebinger. Ésta última llegaría a ser pronto su mujer y musa. De hecho ya en 1919 compuso para ella su primer número de cabaret: „Tritt mir bloß nicht auf die Schuh“. 



Mas adelante trabajó también en otros cabarets literarios como el "Wilde Bühne" ("Escenario Salvaje") dirigido por Trude Hesterberg y en el "Größenwahn" ("Megalomania") dirigido por Rosa Valetti. 



Fue durante este prolífico período en el que Hollander alcanzó la fama y el reconocimiento por la serie "Canciones de una niña pobre" ("Lieder eines armen Mädchens"), escritas para su primera mujer, la cantante Blandine Ebinger. Para estos textos se basó en la obra de Else Lasker-Schüler, una de sus escritoras predilectas. 

Blandine Ebinger en el papel de la Niña Pobre

En los años siguientes continuó escribiendo incontables éxitos y una docena de revistas populares (a menudo junto a Rudolf Nelson y Marcellus Schiffer), incluyendo "Laterna Magica“, "Das bist Du!", "Bei uns um die Gedächtniskirche rum" y "Der rote Faden". 

Cartel de "Der rote Faden"

Escena de la revista "Das bist Du!"

En los „Dorados Años 20“ Hollander supo asimilar con gran maestría la música Jazz, esa que comenzó a llegar a Berlín con gran fuerza a cargo de bandas estadounidensess y a desatar pasiones en el público a ritmo de Charlestón y Fox-Trot. Tal es así que en 1927 llegó a estar al cargo de la dirección de la banda de Jazz Weintraub Syncopators, considerada la pionera en este estilo en Alemania. Un año después grabaron su primer disco. 

F. Hollaender dirigiendo a los "Weintraub Syncopators"



Su carrera en el cine comenzó en 1926 al componer la música de la película „Kreuzzug des Weibes“ (La Cruzada de las Esposas), de Martin Berger. Pero es en 1929, cuando fue contratado para componer la música para la película Joseph Von Sternberg „El ángel azul“ ("Der blaue Engel"), cuando comenzó el verdadero ascenso de Holaender en este terreno. 


Escena de "El Ángel Azul" (al piano f. Hollaender)

La sensual interpretación de Marlene Dietrich de "Falling In Love Again" ("Ich bin von Kopf bis Fuss auf Liebe eingestellt") proporcionó tanto a la actriz como a la canción éxito internacional convirtiéndolas en leyenda. "Falling In Love Again" continúa siendo la pieza más destacada de Hollaender y ha sido interpretada por artistas tan diversos como Brian Ferry, Billie Holiday, Count Basie, Dionne Warwick, Petula Clark, Greta Keller, Linda Ronstadt, Jean Sablon, Udo Lindenberg, Nana Mouskouri, Leontyne Price, Ute Lemper, Sammy Davis Jr., Patricia Kaas y The Beatles. 



El éxito sin precedentes de la película "The Blue Angel" aseguraron a Hollander un puesto como compositor en UFA, los primeros estudios de cine alemanes. 



Previamente a su emigración a los EEUU produjo para ésta una serie de temas para clásicos del cine como "Einbrecher“ (Ladrón) de Hans Schwarz, "Der Mann, der seinen Mörder sucht“ (El hombre que buscaba a su asesino), de Robert Siomak, "Stürme der Leidenschaft" y la comedia musical "Ich und die Kaiserin“, en la cual se estrenó como director. De esta última película filmó tres diferentes versiones simultáneamente en francés, alemán e inglés, usando para cada una diferentes sets de actores. 



Atrapado en el torbellino cultural y artístico de la Alemania de Weimar, en 1931 Hollaender abrió su propio cabaret con el cual alcanzó un gran éxito, el "Tingel Tangel," construído en el lugar en el que poco antes se erigiriera el Wilde Bühne y que había quedado reducido a cenizas tras un fatídico incendio. 



Sus espectáculos eran una de las atracciones más aclamadas del momento y era alavado por su composiciones musicales de Jazz, sus letras ingeniosas y por su audaz sátira política. Su coraje y sus revistas abiertamente anti-Hitler, como "Spuk in der Villa Stern", le hicieron un objetivo de los nazis y casi le costaron la vida. En menos de dos años Hitler había llegado al poder forzando a Hollander y a su segunda esposa, Hedi Schoop, a abandonar Alemania para instalarse finalmente en EEUU. 



Cuando en 1933 Hollaender llegó a Hollywood descubrió con sorpresa que su reputación de „El Ángel Azul“ le precedía, como le sucedió a Marlene Dietrich, y allí continuó escribiendo incontables temas para cine que fueron, en su mayoría, interpretados por grandes actrices de la época. 


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