domingo, 9 de marzo de 2014

Otto Reutter


Otto Reutter (24 de abril de 1870, Gardelegen; 3 de marzo de 1931, Düsseldorf) cantaba algo que en alemán no existía, puesto que no había un nombre específico o traducción exacta para Chanson ni Couplet. Algunos llamaban a esto “das Song”, es decir, la canción. Así como el idioma francés no tiene “le Lied” (juego de palabras con el artículo le, “el” en francés, y Lied, “canción” en alemán), el alemán no posee una palabra específica para Chanson. 

Era cantante y cómico así como el autor de los textos que interpretaba. Menos conocida es su faceta de actor con películas como, entre otras, “Otto heiratet” (Otto se casó), de la que lamentablemente no queda nada que se pueda visualizar más que esta fotografía. 
 



Pese a las negativas de su padre, Otto tenía muy claro desde joven que quería subirse a las tablas. Con 25 años logró firmar un contrato con el Apolo Theater de Berlin. Los escenarios de la metrópolis no conocían nada parecido a lo que Otto les proponía. Aunque en un principio el público berlinés quedó desconcertado con el nuevo humorista, se mostró pronto entusiasmado con él y la crítica lo alabó ampliamente. 

Asimismo, a partir de 1919, colaboró con el periódico Berliner Ulk, cuyo director era por aquel entonces el ya mencionado Kurt Tucholsky. 

Entre 1915 y 1920 alquiló y fue director del Palast-Theater am Zoo de Berlín. 

Otto Reutter, en palabras de Tucholski, era un artista y un patán. Tuvo una convicción política de la que nunca se apartó aunque eso hubiera favorecido un mayor éxito y un curioso aspecto, ojos saltones y barrigudo, que lo hacía parecer de todo menos un artista.
Sus couplets no solo plasmaban con gran audacia los acontecimientos sociales de la época sino que también suponían un consuelo en aquellos duros tiempos de escasez. En ellas se reía de todo, incluida la situación política, las controversias que se sucedían en el Reichstag, se reía del eterno enemigo. En definitiva, reflejaban el espíritu de los tiempos de una manera impresionante, algo que no le impidió hacer el engorroso idioma alemán. Un idioma que el utilizaba de un modo muy particular, a ratos de manera algo tosca, pero fundamentalmente satírica. Con sus temas conseguía sencillamente que la gente riera, y mucho. 

Otto Reutter tenía pues dos grandes cualidades: gran sentido del humor y una admirable técnica. Su inquietud creativa dio para que escribiera más de 1000 piezas. Muchas de ellas fueron grabadas acompañado de una orquesta (Orquesta Gramophon bajo la dirección de Paul Godwin) y otras veces sencillamente por un piano. 

En los Dorados Años 20 actuó incansablemente en Berlín, sobretodo en el Wintergarten Varieté. Trabajaba tan a menudo en la metrópoli que finalmente se compró una casa en el barrio de Wilmersdorf. 

Fue un trabajador empedernido que viajó por toda Alemania con su espectáculo. Antes de la I Guerra Mundial había cosechado gracias a éste, una pequeña fortuna. La hiperinflación de los años 20 hizo que perdiera, sin embargo, gran parte de su patrimonio. Esto solo hizo que siguiera trabajando con más ahínco. 


Lectores