jueves, 4 de abril de 2013

Friedrich Hollaender: sus años en Berlín

Friedrich Hollaender 
Friedrich Hollaender es una de esas figuras de la esfera cultural del Berlin de la Era Weimar que destaca especialmente. Artista polifacético y de talento, exprimió al máximo su carrera de compositor creando multitud de obras para revistas, canciones populares, música para películas y letras de cabaret, entre otras muchas cosas. 


El famoso compositor Friedrich Hollaender, aunque criado en Berlín, nació en Londres el 18 de octubre de 1896. Friedrich creció rodeado de una excepcional familia de artistas. Su padre Victor era un afamado compositor de revistas, operetas y canciones populares que hoy en día continúa siendo reconocido por canciones como "Kirschen in Nachbars Garten" y "Schaukellied." Su madre, Rosa Perl, era cantante de variedades. También sus tíos, Gustav Hollaender, director del famoso Conservatorio Stern, y Felix Hollaender, escritor y dramaturgo, que escribió obras para el teatro de Max Reinhard. En ese contexto no fue raro que Hollaender comenzara a demostrar destreza con la música desde muy pequeño. 

Con doce años ingresó en la Musik Akademie para estudiar piano con Engelbert Humperdinck y mas adelante amplió sus conocimientos estudiando composición en el Conservatorio Stern. 



Algo que le fascinaba desde temprana edad era el cine. En aquellos años las películas era aún mudas y en las salas se proyectaban acompañadas de la música en vivo de un piano. Era un habitual del cinematógrafo de la calle Leibniz (Berlin), donde un día, por casualidad, decidió ofrecerse para acompañar la proyección. Su forma de enaltecer cada imagen, sabiendo qué melodía encajaba con cada una, qué detalle, qué expresividad, fue del gusto de todos y siempre le pedían que se quedara „un rato más“. 



En 1913 fundó junto a Heinz Barger la revista literaria „Die Neue Jungend“ (La Nueva Juventud). 



En su juventud viajó varias veces junto a sus padres. Visitó París donde quedó fascinado con los teatros y las puestas en escena que allí acontecían, en especial, con Sarah Bernhardt y con la famosa cantante Mistinguett. Más adelante viajaron a Nueva York donde su padre fue contratado para componer la música de la opereta „The Clairvoyant“. Allí pudo establecer contacto con figuras como Irving Berlin y Al Jolson. Lamentablemente a media visita tuvo que volver con urgencia a Berlín. Había estallado la „Gran Guerra“. 



Durante la I GM, con tan solo 18 años, sirvió en el ejército como director musical, entreteniendo a las tropas en el frente destinadas en Francia. 


Blandine Ebinger y Friedrich Hollaender

Poco después de la guerra, empezó su carrera en el teatro escribiendo música para producciones de Max Reinhardt y fue el compositor estable para "Schall und Rauch" ("Sonido y humo"), considerado el primer cabaret de la metrópolis. Su director, Hans von Wolzogen, tenía en mente fundar un cabaret político-literario para el que necesitaba variedad de artistas. Logró congregar a los que, más adelante, serían grandes figuras del kabarett alemán, todos artistas de renombre con los que colaboraría Hollaender como Kurt Tucholsky, Gussy Holl, Klabund, Walter Mehring, Joachim Ringelnatz, Mischa Spoliansky y Blandine Ebinger. Ésta última llegaría a ser pronto su mujer y musa. De hecho ya en 1919 compuso para ella su primer número de cabaret: „Tritt mir bloß nicht auf die Schuh“. 



Mas adelante trabajó también en otros cabarets literarios como el "Wilde Bühne" ("Escenario Salvaje") dirigido por Trude Hesterberg y en el "Größenwahn" ("Megalomania") dirigido por Rosa Valetti. 



Fue durante este prolífico período en el que Hollander alcanzó la fama y el reconocimiento por la serie "Canciones de una niña pobre" ("Lieder eines armen Mädchens"), escritas para su primera mujer, la cantante Blandine Ebinger. Para estos textos se basó en la obra de Else Lasker-Schüler, una de sus escritoras predilectas. 

Blandine Ebinger en el papel de la Niña Pobre

En los años siguientes continuó escribiendo incontables éxitos y una docena de revistas populares (a menudo junto a Rudolf Nelson y Marcellus Schiffer), incluyendo "Laterna Magica“, "Das bist Du!", "Bei uns um die Gedächtniskirche rum" y "Der rote Faden". 

Cartel de "Der rote Faden"

Escena de la revista "Das bist Du!"

En los „Dorados Años 20“ Hollander supo asimilar con gran maestría la música Jazz, esa que comenzó a llegar a Berlín con gran fuerza a cargo de bandas estadounidensess y a desatar pasiones en el público a ritmo de Charlestón y Fox-Trot. Tal es así que en 1927 llegó a estar al cargo de la dirección de la banda de Jazz Weintraub Syncopators, considerada la pionera en este estilo en Alemania. Un año después grabaron su primer disco. 

F. Hollaender dirigiendo a los "Weintraub Syncopators"



Su carrera en el cine comenzó en 1926 al componer la música de la película „Kreuzzug des Weibes“ (La Cruzada de las Esposas), de Martin Berger. Pero es en 1929, cuando fue contratado para componer la música para la película Joseph Von Sternberg „El ángel azul“ ("Der blaue Engel"), cuando comenzó el verdadero ascenso de Holaender en este terreno. 


Escena de "El Ángel Azul" (al piano f. Hollaender)

La sensual interpretación de Marlene Dietrich de "Falling In Love Again" ("Ich bin von Kopf bis Fuss auf Liebe eingestellt") proporcionó tanto a la actriz como a la canción éxito internacional convirtiéndolas en leyenda. "Falling In Love Again" continúa siendo la pieza más destacada de Hollaender y ha sido interpretada por artistas tan diversos como Brian Ferry, Billie Holiday, Count Basie, Dionne Warwick, Petula Clark, Greta Keller, Linda Ronstadt, Jean Sablon, Udo Lindenberg, Nana Mouskouri, Leontyne Price, Ute Lemper, Sammy Davis Jr., Patricia Kaas y The Beatles. 



El éxito sin precedentes de la película "The Blue Angel" aseguraron a Hollander un puesto como compositor en UFA, los primeros estudios de cine alemanes. 



Previamente a su emigración a los EEUU produjo para ésta una serie de temas para clásicos del cine como "Einbrecher“ (Ladrón) de Hans Schwarz, "Der Mann, der seinen Mörder sucht“ (El hombre que buscaba a su asesino), de Robert Siomak, "Stürme der Leidenschaft" y la comedia musical "Ich und die Kaiserin“, en la cual se estrenó como director. De esta última película filmó tres diferentes versiones simultáneamente en francés, alemán e inglés, usando para cada una diferentes sets de actores. 



Atrapado en el torbellino cultural y artístico de la Alemania de Weimar, en 1931 Hollaender abrió su propio cabaret con el cual alcanzó un gran éxito, el "Tingel Tangel," construído en el lugar en el que poco antes se erigiriera el Wilde Bühne y que había quedado reducido a cenizas tras un fatídico incendio. 



Sus espectáculos eran una de las atracciones más aclamadas del momento y era alavado por su composiciones musicales de Jazz, sus letras ingeniosas y por su audaz sátira política. Su coraje y sus revistas abiertamente anti-Hitler, como "Spuk in der Villa Stern", le hicieron un objetivo de los nazis y casi le costaron la vida. En menos de dos años Hitler había llegado al poder forzando a Hollander y a su segunda esposa, Hedi Schoop, a abandonar Alemania para instalarse finalmente en EEUU. 



Cuando en 1933 Hollaender llegó a Hollywood descubrió con sorpresa que su reputación de „El Ángel Azul“ le precedía, como le sucedió a Marlene Dietrich, y allí continuó escribiendo incontables temas para cine que fueron, en su mayoría, interpretados por grandes actrices de la época. 


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